Siempre volvemos al origen.

Hasta terapia voy a retomar, la concha de su madre.
Me cago en mi misma, me cago en seguir soñando con él y levantarme con los ojos llenos de lágrimas. Me cago en el mundo. Y juro que intento salir de esto, pero me es imposible. No puedo explicar con palabras todo lo que siento y todo lo que me sigue doliendo. Lo pienso todo el tiempo, todo me hace acordar a él. Lo odio.
Mentira, nunca podría odiarlo. Lo extraño. Mucho.

Y finalmente entendí la diferencia entre tener sexo y hacer el amor.

Extraño todo. Sus besos, sus abrazos, sus caricias. Lo extraño a él. Por más de que intente ser fuerte y hacer que ya no me importa, me sigue doliendo no tenerlo conmigo, no poder decirle todo lo que lo quiero y todo lo que lo necesito. Fue un antes y un después en mi vida. Espero poder algún día hablar de esto como si fuera un simple recuerdo.
No distingo si siento dolor, bronca, impotencia o ganas de matar... pero bueno, no hay mal que por bien no venga, de todo se aprende. Siempre hay una luz al final del túnel, y siempre hay gente que te quiere y te quiere ver bien. Gracias a la vida que puso personas increíbles al lado mío y que nunca me sueltan la mano. Lo demás es problema ajeno.
Que increible como cambian las cosas. La semana pasada estaba feliz con la vida que llevaba, y hoy no puedo ni conmigo, no paro de llorar. Mi novio, el mismo que me decia que me amaba mientras me abrazaba de un día para el otro me dejó. No se si la culpa es mía, si es un todo, o lo que sea. En fin, no se más que hacer, volví al pozo depresivo.